Supongo que ya te has enterado que incluso un resultado negativo es un resultado. Y es cierto. Solo que, ¿sabías que la experiencia negativa no existe? Tal cual. Nuestro cerebro por defecto
clasifica toda la información en dos grupos: la que es satisfactoria (cuando hemos conseguido el resultado que buscábamos) y de la que hemos aprendido (cuando salió como salió). Y este
segundo grupo es igual de importante (o incluso más) que el primero. Por que bien se sabe que los grandes éxitos nacen de los pequeños fracasos.
Hace poco he empezado ha introducir el elemento “aprende de los demás “ en mis clases y me he quedado maravillada con los resultados. Llevaba AÑOS repitiendo no hagas esto, no hagas lo otro, en
el tema “Writing Emails like a Pro” había repetido infinitas veces porque hay que evitar la traducción directa cuando iniciamos un email, porque no se puede ir al grano bajo ningún concepto,
a no sea que no nos importe nuestra imagen profesional y mis fantásticos alumnos no me hacían ni caso .En la clase me decían que sí, pero en práctica volvían a la traducción directa sin más.
Hasta que un día se me ocurrió la genial idea de recopilar los emails de los participantes (anónimamente por supuesto), grabar una entrevista con una persona nativa que tenía que leer las
obras de arte que le había proporcionado ( eran unos mensajes super cortos y muy técnicos además) y dibujar verbalmente una imagen de la persona que había escrito estos textos. Tal y como se
los imaginaba según el texto, el estilo y el vocabulario usado.
El resultado fue espectacular. Lo que no pude conseguir en años, conseguí en 15 minutos. Interesante, ¿verdad?
De aquí comparto mi aprendizaje: en el trato con los clientes, proveedores, alumnos, lectores , familiares, con absolutamente todos, usad la potente técnica “aprende de los errores de los
demás” como la estrategia poderosa de la comunicación. Y el mensaje llega. Confirmado.